La salida didáctica del 2º trimestre para 3º y 4º ESO ha sido una ruta por el entorno del Cabo Vidio. El trayecto fue inspirado por la propuesta del grupo de montaña «Los de las Claras» y es casi el mismo que el que ellos proponen en su mapa:
Comenzamos, como ellos, en la Iglesia de Oviñana y enseguida tomamos dirección este hacia el Barrio de Riego Arriba. La pista asfaltada pronto se convierte en un camino de tierra que las lluvias han convertido en un barrizal.
Pero apenas son unos metros de dificultad. La senda se adentra en un bosque principalmente de eucaliptos, aunque también se pueden ver castaños:
La Playa de Puerto Chico es de cantos rodados y de apenas 30 metros de longitud. Para bajar a ella hay que serpentear por un estrecho sendero de tierra bastante inclinado.
Descendemos los últimos metros hasta la cetarea que está al final de la carretera que llega hasta aquí desde Oviñana y que tomaremos para llegar al Faro de Vidio.
Pero antes, atravesamos el túnel (unos 100 m) que nos lleva a la playa de Castrillón, al otro lado de la punta del Gavilán, que la separa de Puerto Chico.
Esta ensenada tiene unos 390 m de longitud y posee un pequeño puerto usado por los pescadores locales, En el extremo oriental, unas grutas naturales han sido acondicionadas como cetareas desde mediados del siglo XIX aunque en su aspecto actual parecen abandonadas.
Volvemos sobre nuestros pasos y regresamos por la carretera que asciende de nuevo a la rasa costera hacia el Barrio de Riego Arriba para dirigirnos hacia el Cabo Vidio.
La rasa está a unos 80 m sobre el nivel del mar, de camino al Faro de Vidio nos detenemos en el mirador sobre la playa de Doria. Esta playa, accesible mediante un sendero sobre el acantilado, es de unos 300 m y como casi todas las de la zona, también es de cantos rodados.
El Faro de Cabo Vidio está automatizado. La construcción es de los años 40-50 del siglo pasado sin mucho interés arquitectónico. Son espectaculares las vistas de la linea costera desde los dos miradores. Bordea el faro un sendero que hemos evitado a los alumnos porque en algunos tramos está demasiado próximo al acantilado.
Desde el Cabo Vidio, seguimos la senda norte hacia el occidente y, después de pasar la Playa de Doria, descendemos el acantilado hacia la playa de la Cueva. Nos encontramos que los últimos temporales han provocado algunos argayos (desprendimientos) que complican la bajada en la parte final, pero logramos el objetivo. Nuestro recorrido ahora se realiza a nivel del mar. ¡Atención! Esta parte de la ruta no es practicable en marea alta. En nuestro caso, alcanzamos la parte más baja de la ruta 5 minutos antes de la bajamar. ¡Todo perfectamente cronometrado!
Desde la playa de la Cueva (300 m) pasamos a la playa de Vivigo (o de la Vallina) con una longitud total de 1320 m que recorremos sólo hasta la mitad.
Dejamos la playa en la desembocadura de un pequeño río que es aprovechado por un molino recientemente restaurado. Hoy no está en uso.
Desde aquí parte un sendero mucho más sencillo que asciende de nuevo los 80 m de desnivel y por el que regresamos a la rasa. Toca descansar antes de llegar a la plaza de la Iglesia para tomar el autobús.
DATOS GEOLÓGICOS: La costa en la zona del Cabo Vidio presenta un aspecto uniforme, con acantilados de unos 80-90 m de altura, y muy accidentada por sus muchas puntas y playas intermedias; se encuentra rodeada por bajos rocosos y piedras sueltas, salientes algunas de ellas unos 800 m. En el mar, Las irregularidades de la costa son producidas por la diferente acción de los agentes erosivos sobre los materiales cuarcíticos y pizarrosos que la forman. A 2,7 km. de la punta del Cabo Vidio hacia el suroeste se encuentra la punta del Esquitón, y entre ambas se forma una amplia ensenada abierta a los vientos del noroeste en la que se encuentran las playas de Doria, La Cueva y Vallina (o Vivigo), todas ellas de fuerte pendiente. Sus arenas son de composición silíceo – calcárea, de tamaño grueso (con cantos la de Vallina) y de color claro. Son playas estables que genéticamente se clasifican como playas apoyadas. Hacia el este Se encuentran las playas de Oleiro y San Pedro o Soto de Luiña. Sus arenas son de composición silíceo – calcárea y de color claro, más finas en la segunda. Ambas son playas estables, clasificándose genéticamente como encajadas. Una amplia superficie de aplanamiento, de 5 km de anchura aproximadamente, se extiende sobre estos acantilados hasta ponerse en contacto por el sur con las montañas prelitorales a una altura de 120 m. Está cortada por muchas quebradas por donde desagüan los arroyos de los montes cercanos a la costa. En la punta del Cabo Vidio se alcanza una altitud de 90 m. La formación de esta rasa se atribuye al plioceno inferior, hace unos 12 millones de años. Los materiales cuarcíticos y pizarrosos de los acantilados pertenecen al cámbrico medio – ordovícico inferior. El Cabo Vidio se encuentra en el núcleo del sinclinal de Palancas y está atravesado por la falla de Vallina, la cual, en la playa del mismo nombre forma una zona intensamente brechificada. Hacia el interior el trazado de la falla se localiza con dificultad, ya que está fosilizado en parte por los depósitos de la rasa. Su dirección es oeste-noroeste/este-sureste, y se ha sugerido que se trata de un decrochement dextrógiro. Es una estructura tardía que no muestra relación con las fases de deformación hercinianas. Existe también un sistema de diaclasas y fallas menores de superficies verticales y dirección aproximadamente la misma que la falla de Vallina, lo cual permite suponer una relación entre ésta y aquellas. En los acantilados y playas del este del Cabo Vidio se ha encontrado abundante icnofauna. Son pistas originadas en su mayoría por artrópodos (probablemente trilobites), así como algunas cuyos organismos generadores fueron gusanos.